Consejos y trucos para prepararse para una semana organizada

Estar organizado es probablemente el obstáculo más difícil de superar para muchos. Como nueva mamá de dos niñas pequeñas, de 6 años y 3 meses, planeando una boda, abordando una renovación de la casa y regresando al trabajo a tiempo completo, además de embarcarme en el mundo empresarial, mis días parecían no tener fin.
Como mamás, nos esforzamos por ser súper mamás y nunca perder el ritmo, pero la clave para ser esa súper mamá es ORGANIZARSE. Antes de abordar este obstáculo, me encontraba demasiado exhausto, disperso y atrasado en la tarea diaria.
Salir de casa con los pequeños y todos sus cachivaches y bolsos, así como mis objetos personales, me estaba provocando ansiedad. Entonces, mientras estaba sentado en mi automóvil en el trabajo, agotado y más que irritado, me dije a mí mismo que necesitaba controlar las cosas. Entonces comencé a organizar mis días. No solo sacar ropa, sino realmente planificar mi día para maximizar mi tiempo con mi familia y conmigo mismo.
Al organizar mi vida, me di cuenta de que era más simple de lo que pensaba. No necesitaba salir a comprar planificadores, libros u objetos de organización. Sólo tenía que hacer un plan y ceñirme a él. Aquí hay algunas cosas simples que me ayudaron:

1. ¡Planear mi semana todos los domingos!
Los domingos normalmente planifico las comidas de la semana, empaco todos los refrigerios, organizo los atuendos escolares y reabastezco todos los artículos para bebés (leche, pampers, toallitas, etc.). Esto suele tardar 2 horas.

2. Me preparo primero

Me despierto casi una hora antes para extraerme la leche, manejar mi higiene personal, vestirme y preparar el desayuno y luego despertar a los más pequeños.

3. Confíe en que todos hagan su parte en la casa


Todos en nuestra casa tienen una tarea que hacer para ayudarme a mantenerme cuerdo. Mi hija de seis años se prepara todos los días, pasa la aspiradora (semanalmente) y ayuda a alimentar a su hermana por las mañanas. Mi prometido acuesta a las niñas por la noche para que yo pueda relajarme, limpiarme y prepararme para el día siguiente. También empaca el auto todas las noches para aligerar mi carga diaria y matutina. Como familia, todos lavamos la ropa juntos. Mi hijo de seis años dobla las toallas y guarda su ropa y mi prometido y yo nos turnamos para lavar y guardar el resto de la ropa.

4. Hago mis comidas como un reloj

Mi desayuno y cena es a la misma hora todos los días. Esto me permite no perder el tiempo intentando que los más pequeños coman, siempre tienen hambre a una hora determinada. Pero es posible que algunos días no salgan según lo planeado, por lo que la comida aún está preparada y se puede calentar para comerla más tarde.

5. Los líos están planeados


Como cualquier padre sabe, sus hijos son impredecibles. Hay cosas que puedo controlar a través de la rutina, pero sé que a veces lidiaré con el llanto excesivo, las tonterías, el mal humor, la procrastinación y cualquier otra emoción que puedan sentir. Así que me doy tiempo extra todos los días para combatir esos problemas sin perder el tiempo planificado, y si no pasa nada, entonces tengo una hora extra para la familia o para mí.

6. ¡Digo NO!

Con mi primera hija fui una triunfadora, organizando citas para jugar, fiestas de pijamas, voluntariado y simplemente entregándome a todos. Eso me volvió loco y provocó que mi vida fuera agitada. He aprendido a decirle a la gente que no cuando algo extenderá mi tiempo, desordenará mi agenda o simplemente no quiero hacerlo. Digo que no y lo reconozco sin explicación para la otra persona.

Blogger invitado:

Becarios Erica, MPA


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